En la UDLAP, dos expertos comentan sobre la distribución del cine en México
Por Manuel Pérez Tejada Domínguez
Durante este semestre, aunque en distintas fechas, Víctor Ugalde y Silvestre López Portillo, dos personalidades de la comunidad cinematográfica en México, visitaron la Universidad de las Américas Puebla. Ambos participaron como ponentes en el Taller de Distribución y Exhibición, curso de noveno semestre de la licenciatura en Comunicación. Por sus tareas cotidianas, los dos contaron con vasta información para platicar sobre la distribución cinematográfica en nuestro país.
El primero en visitar el campus, en septiembre, fue Víctor Ugalde quien funge actualmente como presidente de la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales y por varias décadas ha dedicado gran parte de su tiempo a promover y defender la industria del cine nacional. Esta labor le ha permitido convertirse en un experto en cuestiones de producción, distribución, exhibición y de legislación cinematográfica. Por ello, es un personaje que constantemente se encuentra apoyando al cine nacional en distintos foros y arenas.
En octubre, durante la Semana de las Américas y como invitado especial a la inauguración de los nuevos laboratorios de Comunicación nos visitó Silvestre López Portillo. Él es un reconocido crítico de cine que regularmente está presente en televisión, radio y prensa a nivel nacional. Además, entre sus muchas actividades, figura como programador de la empresa de distribución Cien Films. Silvestre López Portillo también es egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de las Américas Puebla.
Cada uno desde su propia óptica, presentaron la problemática que enfrentan las películas mexicanas en su distribución al competir por tiempo de pantalla ante el dominante papel que juegan en este negocio los grandes estudios de Hollywood, los llamados majors: Columbia, Disney, Fox, Sony, Universal, y Warner Bros. A esto se unen, los tres grandes exhibidores que dominan el mercado: Cinépolis, Cinemex y Cinemark. Para Víctor Ugalde, los majors actúan como un cártel para estar al frente del negocio de la distribución, pero sin dejar rastro de estas prácticas. De acuerdo con Víctor Ugalde, y con datos respaldados por varias fuentes, en 2010 los estudios de Hollywood tomaron cerca del 80 por ciento del ingreso en taquilla con tan sólo el 50 por ciento de las películas estrenadas. En contraste, Ugalde mencionó que de las 69 películas producidas en México en 2010, sólo se estrenaron 56. Algunas ni siquiera salieron del área metropolitana de la Ciudad de México. Así cada año, se va rezagando la salida en pantalla de la producción cinematográfica nacional. Es la pelea por obtener un fin de semana de estreno entre los 52 disponibles en un año y muchos de esos fines de semana son copados por estrenos de Hollywood. Ugalde también mencionó cómo los distribuidores de Hollywood saturan el mercado con cientos de copias en los cines comerciales del país y las programan en cascada para que siempre estén disponibles para el espectador.
Ugalde terminó su ponencia mencionando los distintos apoyos que tienen los productores mexicanos como los fondos de FIDECINE y FOPROCINE que proporcionan un porcentaje del presupuesto total de una película, y el incentivo fiscal denominado EFICINE 226 en apoyo a la producción de cine nacional. Además, toda película mexicana tiene derecho a ser estrenada en un cine y si es una ópera prima debe permanecer en la pantalla hasta dos semanas. Finalmente, Ugalde hizo referencia a la iniciativa de ley que en el último mes se ha debatido en la Cámara de Diputado. Esta iniciativa busca incrementar de 10 a 30 por ciento el tiempo de pantalla al que tienen derecho las películas mexicanas del total de cine exhibido en un año.
Por su parte, Silvestre López Portillo también hizo comentarios sobre el dominio de los majors al mencionar que por su fuerza en el mercado, los distribuidores de Hollywood consiguen las mejores fechas para estrenar sus películas como son las fechas del verano y días festivos. Y no sólo consiguen una pantalla por cinta. El crítico de cine mencionó que durante el verano no era raro encontrar una película producida y distribuida por un estudio de Hollywood hasta en cuatro pantallas: doblada al español, subtitulada, en 3D doblada al español, o en 3D subtitulada. Esto reduce el número de estrenos que se pueden tener cada fin de semana y las opciones para la audiencia.
López Portillo comentó que la distribución cinematográfica debe ser vista como un negocio, y que él ha tenido que conciliar su visión como crítico de cine con la visión de un programador que intenta imaginar que le gusta al público más amplio. Como él mismo indica, nadie puede predecir el éxito de una película. Así, el cine es un negocio de alto riesgo donde se invierten millones de dólares y fácilmente se puede perder la inversión. Una de sus recomendaciones a los estudiantes del curso que expresaron interés en ingresar a la industria fue la de siempre pedir un adelanto en un contrato de distribución, pues pudiera ser la única entrada de dinero que un productor de cine pudiera ver por su película. En México, un productor sólo llega a obtener del 10 al 15 por ciento de cada peso que ingresa en taquilla, mientras el resto se lo dividen exhibidores y distribuidores. Pero los gastos de distribución y mercadotecnia en los que incurre una empresa distribuidora para hacer circular un film tienen un impacto negativo en ese porcentaje que va al productor, y al final, la recuperación de la inversión de una película pudiera nunca cumplirse.
Al remitirnos a las conferencias de ambos expertos en la distribución del cine en México, es claro ver que terminan por coincidir con lo que el académico Nicholas Garnham definió décadas atrás en referencia a los productos culturales como el cine: “Es la distribución cultural, no la producción cultural, donde está el lugar clave del poder y las ganancias”.
