Se acercan los últimos días de la Muestra de trabajos AD/OPTA & ADAPTA Séptima edición y de la exposición 75 años-75 artistas: selección conmemorativa. Y así también, al final de la galería, montada sobre la puerta de nuestra salida de emergencia, se encuentra la obra Shit happens del artista plático y estudiante de cine Miguel Cadena. Para realizar esta fotografía, Miguel recibió la asesoría de César López, artista cuya pieza De la serie «Exit»: Mundo fue la base para esta reinterpretación que tiene como «modelo» a una botella de refresco.
Los invitamos a recorrer la Muestra de trabajos y la exposición principal antes del domingo 10 de mayo próximo, y a conocer, antes o después, la justificación de la foto de Miguel, que les compartimos a continuación:
La transición de un estado interior seguro y confortable hacia un exterior desconocido e incierto en ocasiones no da un buen resultado. Siempre se experimenta una gran ansiedad y miedo al cambio, esto debido a que el proceso puede resultar tremendamente violento o porque puede desembocar en un fracaso rotundo, pero en algún momento la búsqueda de una salida o de un cambio se torna inminente e irreversible y simplemente sucede.
El logotipo de la Coca Cola, las formas de sus botellas y sus campañas publicitarias inundan el entorno visual en el que vivimos hoy. Ese logotipo está sembrado en nuestro subconsciente colectivo debido a un excelente manejo de la publicidad y del marketing. La Coca Cola puede que sea uno de los principales símbolos del triunfo del consumismo en nuestra sociedad; muchos artistas han hecho uso de su imagen y su significado para elaborar innumerables obras de arte.
Coca Cola es uno de nuestros principales “dioses del consumismo” si no es que el principal en esta época postmoderna. Hemos endiosado a un producto de consumo a partir de aceptar ciertas convenciones sociales y culturales que otorgan un mayor estatus a los individuos que la consumen.
El futuro a corto plazo para esta gran industria se dibuja prometedor, pero como sabemos el futuro es incierto y no es descabellado pensar que algún día no muy lejano lleguen nuevos “dioses” en sustitución de los actuales. Posiblemente porque la sociedad requiera de una salida a esta prisión en la que nos ha colocado esta ingeniosa industria. Tal vez algún día le podamos decir al consumismo: “lo siento fracasaste,”. Un utópico día en el cual se hallen obsoletas las grandes industrias que consumen nuestro planeta contribuyendo a la deforestación, la desertización y el calentamiento global.