La egresada de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales de la Universidad de las Américas Puebla Erika Ungur es dueña de la tortillería Mil Amores, primera en su tipo en París, Francia.
Su objetivo es comercializar un producto de calidad ya que a partir del año 2010 la comida mexicana fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad; por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; hecho con el que la egresada UDLAP comprendió la importancia de preservar los ingredientes tradicionales de la gastronomía y decidió comercializar productos derivados del maíz. “Desde un inicio nos dimos cuenta de la gran comunidad hispana que radica en Francia y de los franceses que están enamorados de nuestra gastronomía, por lo que decidimos empezar a producir tortillas” señaló Erika Ungur.
Actualmente, Mil amores es de los primeros productores de tortillas en París y los segundos en Francia y durante los últimos meses han lanzado una exitosa campaña a través de las redes sociales donde interactúan a diario con sus clientes y una página de internet donde pueden realizar pedidos en línea, que además de incluir productos derivados del maíz como tortillas, totopos y tostadas han iniciado con la venta de otros productos mexicanos como diferentes tipos de salsas que complementan su producto principal.
“Como todo al principio fue un gran reto, empezando porque estábamos decididos a ofrecer productos que tuvieran el mismo sabor que en México, por lo que mandamos a traer la máquina para traerla hasta Francia, la cual tardo 9 meses en llegar. Fue muy emocionante compartir la espera de la apertura con todos los mexicanos que extrañaban comer tortillas recién hechas y con los no mexicanos que habían visitado México y deseaban poder comprar un producto auténtico” añadió.
Al ser cuestionada acerca del consumo de maíz en la comunidad francesa, la egresada comentó que para ella resultó sorprendente darse cuenta del gran afecto que en Francia tienen por la comida mexicana y comentó que a diario recibe comentarios acerca de los platillos que prepararon o nuevas recetas fusionadas con la gastronomía francesa.
“Estamos realmente contentos con el resultado, y aunque al principio tuvimos nuestras dudas, nos dimos cuenta de que la tortillería es un negocio estable, ya que los mexicanos siempre buscan la manera de sentirse en casa y qué mejor que disfrutando de nuestra gran gastronomía” finalizó.