Por Dr. Felipe de Jesús Bello Gómez
De acuerdo con las cifras del Banco Mundial, durante el año 2012, el crédito al sector privado en México ascendió al 27.7% del PIB, lo que compara desfavorablemente con el crédito otorgado en otros países, tanto emergentes como desarrollados. En Brasil y Chile, por ejemplo, el crédito al sector privado ascendió respectivamente al 68.4% , 73.2% y del PIB. De la misma forma, en China y Estados Unidos, el crédito al sector privado fue aún mucho mayor, puesto que representó el 134% y 184% de su respectivo PIB, es decir entre cinco y siete veces el crédito otorgado en México (http://data.worldbank.org/indicator/FS.AST.PRVT.GD.ZS ).
Cabe entonces cuestionarse: ¿cuáles son los aspectos que tradicionalmente han tomado en cuenta los intermediarios financieros para otorgar un crédito?. La respuesta está en un modelo muy sencillo conocido como las “Cinco C’s del crédito”: Capacidad, Capital, Colateral, Carácter y Conveniencia.
CAPACIDAD
El que el solicitante de un crédito tenga la “capacidad” de pago suficiente para hacer frente a sus obligaciones es tal vez lo más importante. Para determinar dicha capacidad, el intermediario financiero investiga cómo es que el solicitante del crédito pretende hacer frente a sus obligaciones, considerando cuidadosamente sus flujos de efectivo, el calendario de pagos, su experiencia e historial de crédito. En la medida en que haya cumplido puntual y cabalmente con los créditos que haya contratado en el pasado, se espera que sea más probable que lo haga en el futuro y, por lo tanto, el intermediario deberá estar más dispuesto a otorgar el crédito.
CAPITAL
El “capital” del solicitante está constituido por los recursos que personalmente tenga invertidos en el negocio para el cual ha solicitado el crédito. En la medida en que tenga invertidos más recursos personales en el proyecto, tendrá más incentivos para ser más prudente en el manejo de los recursos del crédito, favoreciendo con ello las posibilidades de que cumpla cabalmente con el mismo.
COLATERAL
Para otorgar un crédito, suele requerirse la entrega de una garantía “colateral”, en forma de bienes muebles o inmuebles, como inventarios o edificios, que serán aplicados para hacer frente a las obligaciones contraídas por el solicitante, en caso de que éste no pueda hacerlo por medios propios. Otro de los colaterales a los que con más frecuencia se acude en México, es el otorgamiento de avales personales por parte de personas de reconocida solvencia moral y material.
CARÁCTER
Para que un solicitante reciba un crédito, no basta con que cumpla con los requisitos anteriores; es necesario también que de la impresión al intermediario financiero de que es una persona confiable, que cuenta con el “carácter” necesario para cumplir cabalmente con las obligaciones que contraiga. Por lo general, se considera que una buena reputación tanto en los negocios, como en la vida social, es signo de un buen “carácter”.
CONVENIENCIA
Finalmente, la “conveniencia” de un crédito se refiere a que tanto el deudor, como el intermediario, deben estar en posibilidades de obtener un rendimiento adecuado de los créditos otorgados. En la medida en que el margen de intermediación (i.e. la diferencia entre intereses cobrados y pagados por el intermediario) y la probabilidad de recuperación del crédito sean más elevadas, le convendrá más al intermediario otorgarlo.
A estas cinco C’s , sin embargo, cabría agregar otras dos: «Cuates” y Co….raje,. “Cuates” tanto para que faciliten el acceso de los solicitantes a los intermediarios financieros, a través de referencias y recomendaciones, como para que los auxilien en caso de que tengan problemas para cumplir con las obligaciones contraídas. “Co…..raje” para que a pesar de todas las condiciones adversas que puedan argumentarse, aún así se el solicitante esté dispuesto a solicitar y el intermediario otorgarle un crédito.