Uso racional de medicamentos en México: ¿cómo abordar uno de los retos más grandes del mundo globalizado?
Por: Dra. Lucila Isabel Castro Pastrana,lucila.castro@udlap.mx
Coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Farmacéuticas de la UDLAP
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de 50% de los medicamentos que se usan en todo el mundo se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada, y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente. Este problema se acentúa en los países en desarrollo, donde abundan factores que contribuyen al uso incorrecto de los medicamentos, como: la automedicación irresponsable, el uso excesivo de antibióticos, la prescripción no ajustada a directrices clínicas, así como la promoción deshonesta de los medicamentos.
Aunque en México no se hacen investigaciones farmacoepidemiológicas de alcance nacional, sabemos por algunos estudios que la OMS reconoce a México como uno de los países donde el consumo irracional de antibióticos ha elevado las tasas de resistencia en las bacterias, poniendo en riesgo a la población mexicana y mundial. Por otra parte, reportes internacionales han situado a México entre los primeros países donde se comercializan medicamentos falsificados o ilegales, cubriendo hasta 10% de las ventas totales del mercado farmacéutico, acarreando todos los problemas de salud pública que esto conlleva.
Ante este panorama, surge la interrogante sobre qué estrategias nacionales se están proponiendo para enfrentar estos retos. La OMS recomienda entre los países que pertenecen a esta organización, impulsar la farmacia asistencial, así como fortalecer la investigación clínica y la evaluación de todos los productos farmacéuticos que ha de consumir la población. Para lograr esto, es necesario incluir en el equipo de salud al profesionista farmacéutico; aprovechar sus competencias como especialista en medicamentos, desde el momento en el que se diseñan y fabrican, hasta que son prescritos, administrados y usados por los pacientes.
Las necesidades actuales de México y del mundo globalizado nos enfrentan a nuevos retos que las profesiones tradicionales no son capaces de abordar. Ya no podemos concebir la medicina moderna sin los medicamentos, es por ello que después de la industria petrolera, la industria farmacéutica es líder en la economía de, prácticamente, todos los países. En paralelo, se ha reportado que 40% de los profesionistas en México no ejercen su carrera por estar insatisfechos con lo que estudiaron o por no haber hecho una proyección a futuro para elegir una profesión que respondiera a las demandas de la sociedad. Por lo tanto, el uso racional de los medicamentos en México —al ser un reto global, de largo plazo y de complejidad creciente— debe ser abordado con diferentes estrategias, una muy importante: acrecentar la población universitaria en la educación de las ciencias farmacéuticas, capaces de responder a las necesidades actuales en materia de salud, atención farmacéutica e investigación farmacéutica y biomédica. Siendo sustancial la disponibilidad y el acceso a medicamentos seguros, efectivos y de calidad para todos los mexicanos