La violencia y el crimen son provocados por pasiones que exceden al ser humano.
La condición humana actual gira entorno a sus pasiones, que frente a ciertas circunstancias podría verse en la confusión y frente a otras lo convertiría en un criminal, haciendo al ser humano tan complejo que se despliega en contradicciones, explica el psicoanalista Antonio Bello Quiroz en la presentación en la UDLAP de su libro “Pasionario, ensayos sobre el crimen”.
Parte de su trilogía literaria sobre sexualidad y muerte, el psicoanalista Antonio Bello Quiroz presentó a estudiantes de psicología de la Universidad de las Américas Puebla su segundo libro titulado “Pasionario, ensayos sobre el crimen”; en donde muestra desde el psicoanálisis como ciertas características, situaciones y sentimientos como el amor y el odio, impulsan al ser humano a cometer actos violentos o de maldad. “Las pasiones son excesos que cuando estos sobrepasan el límite de la condición humana, lo llevan a convertirse en un criminal”, expresó el autor.
Visto desde el psicoanálisis, la violencia y la criminalidad son situaciones que han acompañado al ser humano desde su aparición, la diferencia es que estos dos actos surgen a partir de la modernidad, expresa el psicoanalista, pues antiguamente un sacrificio mortal, una decapitación o un suicidio por amor (como Romeo y Julieta); eran situaciones cotidianas y no vistas como un conflicto digno de juzgarse, como sería un acto homicida por celos en la actualidad.
“La muerte es lo único certero que se tiene, aunque se desconoce absolutamente y pese a toda la cantidad de formas de morir, la muerte solamente llega de tres formas, por un accidente, un homicidio o un suicidio”, afirma Antonio Bello Quiroz, quien en su libro explora las primeras dos formas de sucumbir a la vida, abriendo en el lector un espacio para reflexionar en aquello que lo excede, lo que lo apasiona tanto que provoca en él un conflicto llevándolo a una escenario de maldad.
