Expresiones UDLAP

La ranitidina en cuarentena

Dra. Lucila Isabel Castro Pastrana

Profesora de tiempo completo del Departamento de Ciencias Químico Biológicas

lucila.castro@udlap.mx

 

Ningún producto farmacéutico está libre de riesgos, por lo que la automedicación y el uso indiscriminado de muchos medicamentos son el resultado de subestimar su naturaleza y efectos. Los fármacos usados para tratar el reflujo, la acidez y la úlcera gástrica son un ejemplo de ello. De algunos años a la fecha, todo paciente hospitalizado recibe alguno de estos fármacos (por ejemplo: ranitidina, famotidina, omeprazol, esomeprazol, etcétera) para prevenir la supuesta úlcera por estrés o la acidez debida a los numerosos medicamentos que se le van a administrar. Asimismo, a los pacientes ambulatorios polimedicados usualmente se les prescribe uno o hasta más fármacos antiulcerosos para prevenirles acidez o úlcera. También muchos pacientes se automedican con estos productos por periodos prolongados y sin vigilancia médica ya que muchas farmacias y otros establecimientos los venden sin receta médica a pesar de que la ley clasifica a estos medicamentos dentro del grupo IV que requiere receta para poder adquirirse.

La ranitidina es uno de los fármacos antiulcerosos más empleados puesto que lleva varios años en el mercado, su costo es bastante bajo y existen muchas marcas genéricas. Los riesgos de su uso indiscriminado por periodos prolongados se han descrito recientemente: alteraciones en la digestión y en la absorción de vitaminas y minerales, enmascaramiento de enfermedades graves como cáncer de esófago o de estómago y diarreas crónicas causadas por la bacteria C. difficile. Sin embargo, un nuevo riesgo salió a la luz a nivel global hace unas semanas que no está ligado con los efectos biológicos de la ranitidina, sino con los de una impureza que ha sido detectada en varios de sus productos genéricos en todo el mundo: la N-nitrosodimetilamina o NDMA. La NDMA es una sustancia cancerígena muy estudiada ya que se produce por la cocción o la digestión de alimentos cárnicos que contienen nitratos y nitritos como aditivos (por ejemplo: jamones, salchichas y tocino). Esta sustancia también se produce como intermediario durante las reacciones químicas de síntesis de varios fármacos, entre ellos el valsartán (cuya alerta al respecto se publicó globalmente en el verano de 2018) y la ranitidina. Si por falta de control de calidad o por ahorrarse costos estos productos no son purificados adecuadamente, la NDMA seguirá presente durante la producción de las formulaciones (tabletas, jarabes y soluciones inyectables) hasta el medicamento final. Las cantidades de NDMA encontradas en los productos de ranitidina son ínfimas, sin embargo, resulta inadmisible que cualquier medicamento pueda estar contaminado con una sustancia cancerígena.

En todo el mundo, los fabricantes de medicamentos genéricos compran los fármacos sintetizados por laboratorios de India o China como materia prima para elaborar sus productos. Si el fármaco viene contaminado y no lo analizan, el medicamento final estará también contaminado. Esto es justamente lo que pasó con los medicamentos que contienen ranitidina. En México, poco más de cuarenta marcas se encuentran en esta situación y ya trabajan con la COFEPRIS para abordar el problema. Por lo pronto, nuestra autoridad sanitaria retiró todas del mercado hasta que las farmacéuticas comprueben que su producto ya no tiene ningún riesgo de contaminación y pueda reanudarse su venta. Mientras tanto los pacientes deberán consultar con sus médicos sobre otras opciones y, a la luz de los riesgos identificados y potenciales, los profesionales sanitarios además de educar a la población sobre los peligros de automedicarse, también habrán de replantearse la prescripción excesiva que hasta hoy se ha hecho de la ranitidina y otros antiulcerosos.

Lo cierto es que al ser la ranitidina un medicamento clasificado como «esencial» por la Organización Mundial de la Salud, tanto por su bajo costo como por las necesidades terapéuticas que cubre en niños y adultos, urge que fabricantes y autoridades trabajen sin demora para que pueda volver al mercado con las garantías de pureza, eficacia, seguridad y calidad que la población merece.

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