Por Camila Noriega Curtis.
La fotografía es una herramienta hecha de luz que tiene el poder de conmover, transmitir, sensibilizar y cambiar mentes. Es una perfecta conjugación de fuerza y sutileza.
El blanco y negro encierra un misterio ya que nos deja ver, pero no todo: nos deja a la intuición el color de las ropas, las tonalidades de la piel de los retratados y hasta la consistencia del ambiente.
De igual manera despierta en nosotros la nostalgia del revelado manual; aquel talento y paciencia requeridos para lograr la imagen perfecta donde un segundo más o menos en el proceso será decisivo para lograr o no una obra maestra.
Sin más, los dejamos con un pequeño recorrido de instantes vívidos en blanco y negro dentro del campus de la UDLAP , dentro de sus 71 años de historia.
