El cuerpo y el Estado comunista
Junio es el mes de Cannes en Capilla del Arte. A través de tres cintas participantes en el festival más importante del mundo, el público tendrá la oportunidad de acercarse a lo más selecto y sublime del séptimo arte internacional. Este viernes 14 de junio, a las 6:30 p.m., Cannes en Capilla del Arte continúa con la cinta rumana 4 meses, 3 semanas y 2 días*. A propósito de este film compartimos contigo este texto por Saray Ibáñez, estudiante de Sociología y prestadora de Servicio Social de Capilla del Arte UDLAP. Y recuerda, la entrada a todas nuestras actividades es gratuita.
Durante la década de los ochenta Rumania se encontraba en una de las etapas más complicadas de su historia, debido a que el dictador comunista Nicolae Ceucescu se encargó de implantar un gobierno corrupto y despótico, el cual duró más de veinte años. Es decir, la familia de Ceaucescu vivía con grandes comodidades, mientras que la mayoría de la población no tenía nada. Sin embargo, a mediados de 1989 cuando emitió un discurso público, los asistentes lo criticaron, lo que le obligó a suspender dicho acto, generando así que el pueblo iniciara una movilización y meses después lograran detenerlo y fusilarlo junto con su esposa.
Ahora bien, para entender mejor el problema en el que se encontraba la población rumana, es trascendental mencionar que durante ese periodo la inflación creció, ocasionando que muchos rumanos huyeran del país, y los que se quedaban vivieran en condiciones lamentables. Así, la migración y la pobreza se convirtieron en las principales dificultades a las que se enfrentó este país. Aunado al control de la libertad de expresión, los medios de comunicación y la intolerancia que demostraba en varios aspectos. Uno de ellos fue el decreto de la penalización del aborto, ya que Nicolai decía que el feto era propiedad de toda la sociedad, que cualquiera que evitara tener hijos era un desertor que renunciaba a las leyes de la continuidad nacional. “Gracias” a ello logró que la población incrementará rápidamente.
Fue así que su política natalista obligó a las mujeres rumanas a ser madres, además de eso, penalizaba a aquellas que eran solteras con más de 25 años y que no tenían hijos. Todo esto trajo como consecuencia que los niños nacidos durante ese periodo tuvieran que sufrir la pésima calidad de los servicios públicos debido a la demanda de cada uno de ellos. En general, el contexto social de Rumania estaba permeado de políticas absurdas, carentes de sentido y sobre todo de habitantes limitados. Quienes no tenían control de sí mismos y mucho menos de su cuerpo, es por ello que algunas mujeres comenzaron a ir en contra de estas normas, practicando el aborto clandestino, como alternativa de que su situación económica no se viera más afectada de lo que ya estaba.
A pesar de que la mayoría de la población estaba afectada, las mujeres fueron las más vulnerables, porque las restricciones sobre su cuerpo impedían que éstas llegaran a crecer en otros ámbitos, desde el económico hasta el cultural. El hecho de que les impusieran el ser madres establecía que el cuerpo de la mujer en realidad era del hombre, del Estado, de las ideologías incoherentes, de todos, menos de ella. Convirtiendo al cuerpo femenino en un objeto de apropiación que sólo debía preservar la humanidad. Sin embargo, dentro de esta falsa doctrina que la Iglesia y el Estado han impuesto, podremos ver ejemplos de que las mujeres están en la complicada búsqueda de reapropiación de su propio cuerpo. Ahora bien, una de las maneras de manifestar su inconformidad con el sistema patriarcal ha sido la interminable lucha de la legalización del aborto. Puesto que la visión opresora y fundamentalista del hombre ha creado que se considere como pecado y no como derecho.
En fin, hablar del sistema patriarcal y del aborto sería más extenso de lo que imaginamos, así que me enfocaré en una película que logra relacionar de excelente manera el régimen comunista de Nicolae Ceucescu y aborto clandestino. 4 meses, 3 semanas y 2 días, un drama que nos cuenta la historia de dos amigas que salen de su poblado para ir a estudiar la universidad. Estas jóvenes comparten cuarto en la residencia estudiantil, la cual se ve que carece de instalaciones adecuadas. Sin embargo, la historia se centra en Gabita, la compañera de habitación de Otilia. La primera está embarazada y pretende practicarse un aborto clandestino.
El realismo de las situaciones que presenta el director de la cinta, Cristian Mungiu, hace que podamos percibir el resultado de la política “comunista” del gobierno rumano de esa época. Mostrándonos que Gabita debe recurrir a un “doctor” que no cuenta con las medidas de higiene necesarias para practicarlo y mucho menos las instalaciones convenientes. No es que sea culpa de él, sino de las políticas de ese tiempo. En resumen, la película nos expondrá principios políticos que forman parte de la ideología dominante: el patriarcado, aquel sistema ideológico que ha dominado a la mujer. Otilia y Gabita, dos estudiantes, dos amigas, pero principalmente dos mujeres que se deshacen de la lógica femenina: la maternidad.
*Ganadora de la Palma de Oro en Cannes (premio a la Mejor Película).