Tips para estudiar
Estudiar para los exámenes finales puede convertirse en un temible prospecto, especialmente si hemos dejado todo para el final y nuestro curso depende de la calificación de esta evaluación. Con ello en mente, debemos enfocarnos y pensar que las horas de estudio y esfuerzo que pongamos en los finales serán tan sólo para un par de semanas, después de las cuales, veremos la recompensa en nuestras notas.
Tenemos algunas recomendaciones de estudio, que sin importar tu propia técnica de repaso, te ayudarán, además de que complementarán tu preparación para el examen final:
Analiza
Toma un tiempo para cerrar los ojos y recordar qué es lo que manejas del curso y qué es lo que piensas que en algún momento no quedó tan claro o cimentado; así podrás planear con base en lo que necesitas.
Todo proceso tiene un principio, y el estudio no es diferente. Para poder organizar tus sesiones de arduo trabajo, debes empezar por saber qué es lo que quieres lograr y pensar en cómo lo harás. Sé realista, tú conoces cuáles son los temas que dominas y los que necesitas estudiar más.
Recuerda que tu tiempo es preciado y cada minuto cuenta, especialmente en época de exámenes.
Sigue el plan
Una vez que hayas determinado lo anterior, cubre todas tus bases y anticipa todas tus necesidades para el tiempo en el que te dedicarás a estudiar, así podrás acomodar espacios de tiempo de estudio de una forma viable dentro del resto de tus actividades. Especifica qué estudiarás para cada materia durante estos tiempos y apégate a tu horario.
Es probable que ya sepas esto, pero dejar todo para el último complica las cosas. Además, en cuanto más rápido comiences a estudiar, mejor podrás planear tus horas de estudio, actividades, trabajos y otros. Esto tiene otras ventajas, como el disponer de más tiempo para descansar y reducir considerablemente tu nivel de estrés si no tienes que tratar de estar despierto toda la noche, intentando abarcar toda la información del curso. A la larga, podrías confundirte aún más si optas por postergar.
No te distraigas
Es difícil encontrar la voluntad en ocasiones, pero ahora que has decidido comenzar a estudiar, ya sea un día antes del examen o un mes, hazlo en ese instante. Las distracciones son muchas y muy difíciles de ignorar, sin embargo, debes hacer un esfuerzo y tener en mente que la calificación de tu examen es tu responsabilidad, y una consecuencia de cuánto has aprendido, estudiado y trabajado.
Organiza tu material
Si tienes tus libros, trabajos, notas y otros en orden, es más fácil localizar la información para poder estudiarla con mayor eficiencia; y en el caso de que te falte algo, puedes localizar con mayor facilidad lo que necesitas investigar.
Escoge varios lugares de estudio
No es que seas un retraído social o un gruñón, pero debes ser sincero contigo mismo y reconocer si puedes estudiar en el piso de la sala común con la fiesta en pleno, o si necesitas una silla cómoda y un lugar intelectualmente estimulante para poder concentrarte en lo que debes hacer. Prueba hasta encontrar un lugar que funcione para ti y después intercámbialos (si te es posible), ya que se ha comprobado que esto ayuda a estimularte.
Si tienes dudas, pregunta
Quedarse con la duda en términos de estudio nunca es bueno. Si aún es posible, pregúntale a tus compañeros y maestros acerca de cualquier cosa que se te dificulte en tus clases; crea un grupo de estudio, acude a fuentes confiables y discernibles para hacer preguntas y resolver tus dudas.
Estudia por periodos cortos
Querer abarcar todo en un periodo de 12-24 horas sin parar puede ser un fracaso en la mayoría de los casos. Es más fácil si te organizas y divides tu tiempo y material de estudio en bloques digeribles de 20 a 50 minutos, así vas viendo a qué velocidad estudias y cuánto abarcas por periodo de tiempo. Después de cada bloque de estudio, toma un descanso de 5-10 minutos y continúa con el siguiente tema, así te será menos abrumador.
Después de haberte pasado un par de horas estudiando con empeño, puedes y debes tomar un descanso de aproximadamente 20 minutos para despejar tu mente y recargar energías. Puedes salir a respirar, comer o beber algo. Pero ¡ten cuidado!, no te distraigas demasiado; evita las redes sociales y televisión, pues son capaces de apartar tu mente de la meta señalada y puedes terminar olvidando y descartando tu horario de estudios.
No le temas a tus libros
Puede que te entre el pánico al pensar en el número de páginas de tus libros, pensando que nunca terminarás de leer todo lo que contienen. No te preocupes, para dejar de temer a algo primero hay que conocerlo, lo mismo con los libros; tómate un breve periodo de tiempo para familiarizarte con el texto, para observar cómo se estructura tu libro, sus capítulos y el resto de su información. Después de ello, comienza a leer y no olvides resaltar las partes que consideres las más importantes; sé breve y selectivo. Toma notas, asegúrate de que comprendes la información y repítela para poder retenerla.
Practica
¿Cómo practicas un examen? Repasa tus notas y trata de inferir qué es lo que se preguntará en la prueba, después de esto, ensaya cómo responderías a estas preguntas si tuvieras que hacerlo.
También puedes buscar hacer exámenes en Internet, re-hacer exámenes pasados o si es posible, pedirle a tu profesor algunos ejercicios sobre el tema, de esta forma también combatirás los nervios y podrás medir tus tiempos de respuesta. Otras opciones son repetir la información que estudiaste sin ver tus notas y después explicar los conocimientos estudiados a alguien que no los sepa, así sabrás que has comprendido y absorbido toda la información que estudiaste cuando la otra persona pueda también entenderlos.
No lo saques por ningún motivo en el examen, pero cuando tratas de copiar la información más importante y de una forma concisa y clara para poder acceder a ella de forma rápida y eficaz, estás cubriendo gran parte del material a estudiar, repasándolo y reteniéndolo. Te darás cuenta de que no tendrías que sacar tu acordeón aunque te fuera permitido, puesto que recordarás mucho de lo que viene en él, incluso en qué parte del papel localizarlo.
Cada materia es diferente
No trates de estudiar Cálculo igual que estudiarías Inglés, cada materia tiene sus particularidades, por lo que debes darle su propio método de estudio.
Escucha música de Mozart
Se ha comprobado que su música y la música clásica con los mismos patrones, activa ambos lados del cerebro, facilitando la retención de información, por lo que escuchar esta música mientras estudias puede ayudarte a recordar datos importantes con mayor destreza. Lo anterior solo funciona con este tipo de música, si escuchas otra, lo más probable es que te distraigas.
Inventa tus propios métodos de memorización
Memorizar no lo es todo, pero hay que reconocer que existen datos como fórmulas, fechas, nombres importantes y otros que debes memorizar. Busca métodos que te ayuden a recordar las palabras y dígitos esenciales que sirvan para ti, ya sea con acrónimos, asociación de palabras con canciones, rimas, películas, o imágenes; incluso puedes inventar una historia que incluya todos los conceptos clave que has aprendido. Adaptar el método de aprendizaje a tus propias características resulta más efectivo, y aunque repetir las cosas funciona a corto o largo plazo, no es para todos.
Muévete
Puede parecer trillado, pero el ejercicio ayuda a mejorar no solo el físico, sino también la memoria. Únicamente 20 minutos de caminata te relajarán y mejorarán tu memoria. Si puedes hacerlo al aire libre, mucho mejor.
Finalmente, todo lo anterior no te habrá servido de nada si te estás durmiendo en el examen, tienes hambre o estás distraído y preocupado. Debes relajarte; si has estudiado y trabajado lo suficiente, es muy probable que sabes lo que se preguntará. Recuerda comer bien, dormir el número recomendado de horas (7-8) y tomar un descanso para poder relajarte antes del examen; respira profundo y lo más importante, siempre visualiza un resultado positivo.