La UDLAP recibe al Mtro. Kenneth Smith, negociador del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá
A un año del cierre de negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) como parte de la modernización del TLCAN, la Universidad de las Américas Puebla con la colaboración del Consejo Mexicano de Comercio Exterior Sur, recibió al Dr. Kenneth Smith Ramos, líder de la negociación del lado de México, quien presentó una conferencia en torno a este tema.
Durante el arranque de su conferencia el Dr. Smith, quien encabezó la negociación de México en el proceso de la modernización del TLCAN ahora denominado TMEC, declaró que sin lugar a dudas fue el reto profesional más importante de su vida. Para dar una idea general de este acuerdo, con base en su vasta experiencia en la relación comercial de América del Norte, declaró que gracias al TLCAN se modificó la estructura económica del país, al hacer que México pasara de ser una de las economías más cerradas a una de las más abiertas. “Casi dos mil millones de dólares cruzan la frontera entre Estados Unidos y México cada día y el 80% de nuestro comercio se concentra en Estados Unidos”, afirmó.
A diferencia del TLCAN signado en 1992, cuando “los tres países de América del Norte compartían la visión de que crear una zona de libre comercio que iba a incrementar los flujos de comercio y la atracción de inversión, hoy en día y en 2016 y 2017, cuando inicia la negociación enfrentamos un reto muy particular: la economía más grande del mundo, el socio en medio de Canadá y México llegaba a la mesa con la premisa de que había un daño por resarcir, un daño a la economía estadounidense, la evidencia empírica no lo demostraba de ninguna manera, no había forma de argumentar esto”, declaró respecto a la negociación del TLCAN.
Como comentó el Dr. Smith, México hizo lo propio y a principios de 2017, además de consultar a los sectores productivos, al Senado de la República y organizaciones no gubernamentales, “se creó una consulta a la sociedad mexicana para recabar información sobre qué elementos debían incluirse en la negociación. También se volvió a armar el Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales del cual deriva el famoso Cuarto de Junto”, explicó.
Derivado de ese ejercicio, el equipo de negociación elaboró un documento con las posturas de las prioridades de México para la negociación, la cual constó de cuatro prioridades: fortalecer la competitividad regional, modernizar el tratado, hacer el comercio más incluyente y responsable y crear certidumbre para el comercio y las inversiones.
Por otro lado, el Dr. Smith explicó que, si bien en medios de comunicación nacionales se repetían los tres o cuatro temas álgidos, en realidad se discutieron en 34 capítulos relacionados con temas laborales, comerciales, empresas comerciales del estado, anexos sectoriales, acceso al mercado, competitividad, entre otros temas. “En cada una de estas mesas se reunían los tres países encabezados por el lado de México por un funcionario de la Secretaria de Economía acompañado por un experto técnico en la materia de comercio de otras dependencias, en cada mesa había entre 20 y 30 personas por país”, explicó.
En algunas de estas mesas se reunieron hasta 800 negociadores, razón por la que México debía llegar con posturas precisas y claras durante los casi 15 meses que duró la negociación. Como detalló el Dr. Smith, esta fue una de las razones por la que las estrategias de negociación del país fueron las siguientes: “la postura del Gobierno de México sería negociar el mejor acuerdo para el país, avanzar en capítulos con menores diferencias, abordar los temas álgidos con firmeza, tener contrapropuestas y negociación, generar propuestas que promovieran el libre comercio y fortalecieran el tratado y cerrar bien y no rápido”.
Finalmente, respecto a la negociación el Dr. Kenneth Smith declaró que este acuerdo es benéfico para el país ya que: “prácticamente todos, con excepción de un capítulo de modernización que propuso México fue incluido en el acuerdo”, en relación con los temas difíciles se logró evitar la muerte súbita donde se muere el tratado en 5 años y en su lugar se preparó una revisión en 6 años, entre otros temas.