Superar la adversidad, la censura y la pobreza
Por: Dra. Ileana Azor Hernández
Catedrática de Tiempo Completo del Departamento de Artes y Humanidades
El artista John Malkovich, actor y director de Hollywood —lo hemos visto en varios filmes pero en pocas puestas en escena, faceta que él ha querido ahora ligar a México—, en el 50 aniversario del Día Mundial del Teatro, celebrado por la UNESCO cada 27 de marzo, nos recuerda que el teatro contribuye a reflejar lo que significa ser humano, con la humildad y curiosidad necesarias.
Hoy el teatro aparece en los lugares más insospechados para hacernos pensar, recordarnos que el diálogo con la vida y los conflictos no está solamente sobre los escenarios y que en definitiva estos escenarios pueden multiplicarse hasta el infinito.
Cualquier espacio es relevante para poner en juego el debate, la creatividad, los valores comunitarios y la impostergable estrategia de reflexionar sobre los problemas sociales. Las subjetividades que se generan desde su incidencia en los más variados contextos, nos permiten también compartir las pequeñas certezas y las múltiples alegrías del presente.
Construir plataformas conjuntivas, celebrar la vida, compartir la memoria y preservar la creación como un derecho humano nos ayuda a no abandonar el ejercicio escénico y muchos menos a las audiencias que debemos encontrar, animar, entretener y rescatar; porque el teatro es un arte que es capaz de representar lo que la sociedad tiene oculto u olvidado y darnos la esperanza de que otro mundo mejor es posible.
Todo lo anterior también lo practicamos en la Compañía Teatro UDLAP bajo la dirección del Mtro. José Raúl Cruz, que cumple ya 10 años de existencia y que en estos días celebrará el Día Mundial del Teatro con su trigésimo cuarto montaje Las mujeres sabias de Molière, dirigida por la Mtra. Mayho Moreno nos hará reír pero también volver a preguntarnos por qué la vida es tan simple y compleja a la vez y merece ser celebrada con sus luces y sus sombras. ileana.azor@udlap.mx