Creatividad como política pública
Por: Mtro. Julio César Penagos Corzo, julioc.penagos@udlap.mx
Jefe de Laboratorios de Psicología
El desarrollo, la promoción y la investigación de la creatividad debe ser, entre otras cosas, una cuestión de política pública. La creatividad, es decir la facultad de generar conductas, ideas o productos relevantes y originales es lo que ha transformado el curso de la humanidad. La creatividad es un recurso cognoscitivo tan valioso como la salud o el bienestar. Estimular los recursos cognoscitivos es tan importante para una nación, como generar acciones para una sana alimentación.
De ser política pública la creatividad, aparecería en el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Este está compuesto de diferentes ejes y puede consultarse en http://pnd.gob.mx
La creatividad como tal es mencionada cinco veces en el PND. Llama la atención que en tres de las cinco menciones se diga “para que florezcala creatividad”. De hecho, la oración de 48 palabras en donde se menciona el “florecimiento” de la creatividad, es idéntica en la página 18 y en la 80. No deja de ser interesante la ironía de duplicar toda una oración en un mismo documento justo al hablar de “florecer” la creatividad.
También es interesante que la innovación, concepto relacionado a la creatividad, aparezca en el eje México próspero: competitividad global en el último lugar; es decir, la innovación es el menor indicador de competitividad según el PND.
En el eje México con educación de calidad, aparece de manera destacada el concepto innovación, vinculado al énfasis para alcanzar 1% del PIB en investigación científica y desarrollo experimental. No está claro qué acciones educativas, desde el nivel más básico, tendrán como propósito que las personas incrementen sus habilidades creativas e innovadoras. Se menciona que se estimulará la creatividad en el campo de las aplicaciones y el desarrollo tecnológico, pero esto bajo el objetivo de acceso a la cultura. El lugar pertinente sería en el objetivo “Desarrollo del potencial humano”. Queremos tener científicos e innovadores, pero las acciones educativas para generarlos desde etapas tempranas todavía son un campo de oportunidad muy germinal.
México podrá tener más científicos, artistas e innovadores al incorporar en las políticas públicas, el conocimiento científico que de la creatividad tienen la psicología y disciplinas afines. El desarrollo de habilidades basado en el conocimiento científico debería ser una obligación para el estado y un derecho para la sociedad.