Eterno resplandor de una mente sin recuerdos
En el marco de nuestros Viernes de Cinexpectativas, continuamos con el ciclo Historias de día como espejo a la exposición del maestro Abelardo Favela del mismo nombre. En esta ocasión, la cinta seleccionada sobrecoge nuestros corazones como la obra de Favela, pero también nos conecta los temas más introspectivos de su primera etapa artística y con el espíritu onírico que encontramos en toda su obra: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.
A propósito de esta cinta que proyectaremos este viernes 11 de julio a las 6:30 p.m. (con entrada libre) compartimos el texto de Christian Moreno Pineda, estudiante de Filosofía y prestador de Servicio Social de Capilla del Arte.
Recuerdo, Capilla del Arte se ubica en la 2 Norte 6, en el Centro de Puebla.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind) (2004)
DIRECCIÓN: Michel Gondry
GUION: Charlie Kaufman, Michel Gondry y Pierre Bismuth
FOTOGRAFÍA: Ellen Kuras
MÚSICA: Jon Brion
PRODUCCIÓN: Steve Golin y Anthony Bregman
En esta ocasión en Viernes de Cinexpectativas salimos al encuentro de lo que para muchos -expertos y críticos- es uno de los dramas más importantes de la década pasada: Eternal Sunshine of the Spotless Mind, posiblemente la obra más importante –mas no la más conocida- del francés Michel Gondry.
La cinta fue estrenada en 2004 y resultó todo un éxito, recibiendo más de treinta premios en diferentes categorías y certámenes, incluyendo el Oscar al Mejor Guión Original en 2005. Inmediatamente tras el estreno el estilo visual de la película fue el elemento más aclamado, pues su director dejó de lado el modelado y diseño digital para centrarse en la experimentación y uso de los secretos de edición de “la vieja escuela”, procedimiento que Gondry venía trabajando en los videos musicales que dirigió con anterioridad a la cinta. Si uno observa los videos realizados para el sencillo de The Chemical Brothers, Let Forever Be y para Knives Out de Radiohead, puede advertir cuál es el estilo visual buscado por el director, que por otro lado, nos parece se muestra en toda su forma hasta La Science Des Rêves (2006).
El argumento de la cinta, nacido de una casual conversación –según cuenta el director- germina en una trama laberíntica que invita al espectador a ir descubriendo poco a poco la historia de Joel (Jim Carrey) y Clementine (Kate Winslet). Él, bastante aprehensivo y ella irremediablemente impulsiva, una no muy sana combinación. Al final aceptamos que nada resulta cómo podíamos predecir y lo que al principio de la cinta se muestra como un peculiar encuentro, es en realidad, el turbio residuo de una difícil ruptura.
Por otra parte, aunque la cinta haya ganado su premio más importante por un guion original, la historia podría estar basada en los libros de Boris Vian; L’Herbe Rouge (1950) y L’Arrache-cœur (1953) donde también existe una máquina que posibilita adentrarse en los recuerdos e interactuar en ellos, lo que resulta en una segunda oportunidad para vivir cada momento de otra forma, y sin embargo una vez que se sale de la máquina todo se olvida.
Una idea interesante muy cercana a la ciencia ficción, sumada a la actuación de Kate Winslet y al estilo visual tan particular de Gondry, hacen de Eternal Sunshine of the Spotless Mind el ejemplo ideal de cómo una historia tomada como irreal o fantástica de principio puede llegar a conectar con nosotros de alguna forma y crear una sensación de empatía casi desconocida; tal vez el director advirtió esto y el éxito de la cinta se base en una idea que ella misma trabaja de manera interna, la irreductible relación entre la emoción y el recuerdo.