Las calles de Puebla y sus nombres
Por: Mtro. Alejandro Ortiz Lima
Profesor de tiempo completo del Departamento de Diseño de Información de la UDLAP
Las ciudades evolucionan en formas infinitas y muestra de ello son los nombres de sus calles, los cuales cambian continuamente. En el caso de Puebla, que tiene desde su planeación fundacional una hermosa retícula del tipo «trazado en Damero», la nomenclatura de sus calles tiene una historia peculiar. Todo partió de la idea racionalista de numeración progresiva de don Guillermo Acho, regidor de Puebla a principios de la década de 1880. Aunque en realidad se materializó hasta 1917, siendo presidente municipal don Manuel B. Montes de Oca, quien tuvo la «osadía» de retomar el empolvado proyecto de «Acho», y con algunas adaptaciones se implementó (con la idea de dotar a la ciudad de un sistema de orientación fácil de usar), aprovechando las coordenadas cardinales de la traza original. La idea de enumerar las calles –en vez de nombrarlas– se usó con frecuencia en EE.UU., como en la ciudad de Washington, que fue de las primeras urbes planeadas desde el principio, con números en sus calles y ni qué decir de la famosa retícula de John Randel de Manhattan. En México tenemos el caso de Mérida y, al sur del continente, Medellín.
Hasta antes de 1917, las calles de Puebla tenían nombres, que en la época colonial casi siempre hacían alusión a algún evento o personaje local, posteriormente se usaron nombres de próceres de la historia nacional. Por ejemplo, lo que ahora es la 4 Oriente se llamaba «Caporala» y la 5 Oriente «M. Arista». Para bien o para mal desde ese año tenemos esa peculiar nomenclatura en Puebla donde juegan caprichosamente los nones y los pares con los cuatro puntos cardinales.
Ahora bien, la lógica de este sistema de numeración resulta difícil de entender a la primera, incluso para muchos habitantes nativos; ni qué decir de los turistas. Hablar de cuatro cuadrantes, cuatro puntos cardinales, calles numeradas con una lógica secuencial sólo con nones o sólo con pares dependiendo del cuadrante, es complicado, requiere un especial esfuerzo cognitivo y mucha práctica para usarlo con cierta eficiencia. Es perfectible, y aquí propongo un cambio, que si bien es sólo en el nombre de cuatro calles, podría significar una diferencia, puesto en uso.
La cuadrícula de calles de Puebla parte de dos ejes perpendiculares. Actualmente estos ejes se llaman Av. 5 de Mayo y Av. 16 de Septiembre (norte – sur) y Av. Juan de Palafox y Mendoza y Av. Reforma (oriente – poniente). Sin menoscabar la importancia histórica de las fechas y nombres a las que hacen referencia, la idea es simplificar aún más el sistema y sustituirlos por elementos sintagmáticos más pregnantes: Av. Central Norte – Av. Central Sur (para el eje norte-sur), y Av. Central Oriente – Av. Central Poniente (para el eje oriente-poniente). Este cambio –considero que– haría mucho más rápida la comprensión del sistema al verlo en un mapa, por simple asociación del nombre del eje con la cardinalidad. Por consecuencia, la orientación sería más fácil.
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