Internet de las cosas (IoT): gran consumidor de energía
Dr. Pedro Bañuelos Sánchez
Profesor del Departamento de Computación, Electrónica y Mecatrónica
Las cosas cotidianas de nuestras vidas pueden estar conectadas a internet y redundar en amplios beneficios. El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es una tecnología que toma mayor preponderancia día a día, y es simplemente eso, la interconexión digital de las cosas con internet. Con la llegada de IPv6 (Internet Protocol version 6) se tendrán 2128 direcciones de host diferentes, o sea, 3.4´1038 direcciones diferentes con posibilidad de ser asignadas a una cosa diferente. Hasta hace poco tiempo, la información que existe en internet fue puesta por humanos, sin embargo, si los mismos objetos generan información y se comparte en internet, la información disponible sería prácticamente ilimitada y los beneficios evidentes.
Ejemplos de IoT crecen día a día. En domótica, por ejemplo, ahora se tienen aplicaciones en los teléfonos inteligentes para monitorear el estado de seguridad de una casa. Estando de vacaciones a miles de kilómetros, una casa puede ser monitoreada y realizar una acción específica para su resguardo. La Travelmate es una maleta robot, la cual, puede seguir al usuario sin necesidad de que tire/jale de ella. Una App conecta con la maleta y ella seguirá por doquier al dueño. La multinacional tecnológica española Libelium ha desarrollado el sistema Smart Parking con el que han reducido 30% el número de kilómetros para encontrar estacionamiento, 43% menos de tiempo en encontrar un lugar para estacionarse, y en consecuencia, 40% menos en emisiones de gases contaminantes. Apple Watch es un reloj que permite llevar monitoreo de signos vitales cuando se está haciendo ejercicio, bailando, trabajando o cualquier otra actividad durante el día. Haciendo llegar esta información al médico, por medio de internet, éste puede hacer un diagnóstico del estado del paciente de inmediato y sin desplazarse. Un ejemplo más, el refrigerador LG modelo GL-T292RPZY cuenta con el sistema Smart Diagnosis. Ante cualquier problema en el refrigerador, se llama al centro de servicio, se acerca el teléfono al refrigerador y, en cuestión de segundos, se recibirá el diagnóstico completo del aparato.
El lado oscuro del IoT es la cantidad de energía que requiere para su funcionamiento. La Travelmate, por ejemplo, utiliza motores para la tracción, acelerómetros y giroscopios para el equilibrio y ajuste de la velocidad, LEDs para iluminación, sensores de proximidad y un sistema electrónico de comunicaciones; además de que el usuario también debe utilizar su teléfono inteligente para estar en contacto con la Travelmate. Una maleta de más de 30 W de potencia que se mueva por una hora representa 30 Wh de energía. Al utilizar un millón de maletas de este tipo, se gastarán 30 MWh de energía. En México, el 80% de la energía eléctrica se produce quemando combustible fósil, lo cual puede ser petróleo. Si un litro de petróleo produce 9.1 kWh de energía, entonces se requieren 3296.7 litros de petróleo para recargar las baterías del millón de Travelmates. Considerando que un litro de petróleo equivale a 2.6 kg de CO2, entonces, los 3296.7 litros generarían 8571.42 kg de CO2; o sea, 8.57 toneladas de CO2. Siendo sinceros, todos podemos llevar nuestra propia maleta sin desperdiciar toda esta energía y sin contaminar nuestro medio ambiente. Es importante discernir qué aplicación IoT realmente tiene un impacto positivo y no continuar haciendo tecnología contaminante.