Manga, otakus, cos-play y otras peculiaridades niponas
Por Alonso Pérez Fragua, coordinador de Capilla del Arte.
capilladelarte@udlap.mx/ 2 Norte 6, Centro de Puebla.
Lo que amo de programar los ciclos de #ViernesdeCinexpectativas en Capilla del Arte es que me obligan a documentarme sobre lo que el público va a disfrutar. Y para poder armar y comentar el correspondiente a noviembre, titulado Anime 101, en colaboración con CulturAnime, he tenido también que aprender sobre este mundo que, a pesar de la distancia geográfica, es todo un fenómeno en nuestro país.
Hasta antes de esta “investigación” mis conocimientos eran limitados. Como muchos mexicanos criados en la década del 80, la televisión alimentó, para bien o para mal, muchas de mis tardes y mañanas de fin de semana. En algún momento eso incluyó algunas series de anime como Mazinger Z, Astro Boy y La princesa de los mil años; o ya en la década del 90, Los Caballeros del Zodiaco y Dragon Ball. Sin embargo, debo confesar, la mayoría de éstas me parecían muy extrañas o demasiado dramáticas –basta recordar el sufrimiento de Candy Candy y Remi o el sadismo de los argumentos de La ranita Demetán. Por ende, jamás me transformé en otaku, término que designa a los entusiastas de estas peculiaridades japonesas.
Gracias al documental español Explosión anime (2005) de David Guaita aprendí, por ejemplo, que el manga o comic japonés del que deriva el anime, representaba durante la primera década de este siglo el 40 por ciento de la industria editorial de la Nación del Sol Naciente, esto según a Joan Navarro, editor de Glenat Ediciones.
Otro dato que me pareció interesante es que estas dos expresiones han logrado captar un gran público femenino, tanto en su país como en el resto del mundo, esto debido a que, como explica Vanesa Durán, dibujante de manga, muchas de las historias muestran a heroínas fuertes y aguerridas que no dejan de lado su feminidad, cosa que no sucede con el comic de superhéroes estadounidense o europeo.
Ghibli
Mi cultura anime más en forma se limitaba al nombre Hayao Miyazaki, director responsable de La princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, entre muchas otras más. Antes de que Occidente le pusiera atención de forma masiva –y hasta lo nominara para Oscar, Globo de Oro y Oso de Oro, ya era toda una leyenda en su país. Él es uno de los pilares del Estudio Ghibli, el cual posee un museo en Tokio que fue inaugurada el 30 de junio de 2001 y que compite en asistentes con Disney World.
De Ghibli tuvimos ya durante el ciclo Anime 101 a Mi vecino Totoro (1988) del propio Miyazaki, y La tumba de las luciérnagas(1988), una de las películas antibélicas más importantes en la historia del cine. El director de Ghibli, Toshio Suzuki, resume la filosofía fílmica de este lugar de la siguiente manera: historias interesantes y rentables, pero siempre con mensaje.
Lo que falta
Todavía falta mucho por comentar sobre el mundo del manga y el anime. Sin embargo la falta de espacio me impide continuar. Antes de compartirles los datos de las últimas dos proyecciones de Anime 101 solo un último dato que creo es fundamental, al menos para no estar totalmente perdido en estos asuntos. ¿Qué es el cos-play? El término proviene de costume (disfraz) play(juego o actuación) y se refiere a las personas que se reúnen disfrazados de sus personajes favoritos de anime ya sea para pasear y mostrar. Ahí lo tienen: todo lo que necesitan para no quedar en ridículo en una reunión otaku.
Viernes 23 de noviembre, 18:30 horas. Entrada libre.
Perfect Blue (Japón, 1998. Dir. Satoshi Kon)
Mima ha alcanzado la fama como cantante del grupo Cham y ha decido perseguir una carrera como actriz, lo cual no agrada a todos sus fanáticos. Uno de ellos le expresa su descontento a través de un sitio de Internet donde hace evidente que la espía al revelar detalles de su vida privada. Realidad y ficción se empiezan a mezclar en la vida de Mima mientras extraños accidentes rodean a la joven.
Viernes 30 de noviembre, 18:30 horas. Entrada libre.
Hoshi o ou Kodomo (Los chicos que perseguían voces perdidas de las profundidades / Japón, 2011. Dir. Makoto Shinkai).
(Segunda proyección pública de esta película en Puebla)
Asuna ha perdido a su padre y su madre pasa la mayor parte del tiempo trabajando en el hospital. Sus horas de soledad son llenadas con la misteriosa música que emana del misterioso radio de cristal que le regaló su padre. Su vida toma un giro cuando conoce a Shun, un joven que le muestra la crueldad y belleza del mundo y la lleva a Agartha, un lugar que nunca imaginó. Cinta que cierra este ciclo con broche de oro gracias a su impecable técnica y a su sólido guión.