Salir de la pobreza es más que un compromiso
“Según el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), en cuanto ingresos, una persona está en situación de pobreza si gana menos de 2,329 pesos al mes en la zona urbana, en la zona rural cuando gana menos de 1,490 pesos”, advirtió el Mtro. Mario Alberto Rincón González, egresado UDLAP y Secretario de Desarrollo Social del Estado de Puebla en su conferencia en la Universidad de las Américas Puebla.
Durante el Networking, un magno evento realizado por la UDLAP a fin de dar a conocer la oferta academia de sus maestrías, el Mtro. Rincón González señaló que acorde al CONEVAL una persona se considera pobre si sufre rezago educativo, no tiene acceso a servicio de salud, a seguridad social, a calidad, servicios básicos y espacios de la vivienda o acceso a la alimentación. “A nivel nacional e internacional la pobreza está asociada a las condiciones de vida que vulneran la calidad de vida de las personas, que limita los derechos y libertades fundamentales que impiden la satisfacción de las necesidades básicas, que dificulta la plena integración social, el acceso a los servicios básicos de la vivienda, alimentación y seguridad pública”, agregó.
Según la Ley General de Desarrollo Social la pobreza se sustenta en tres dimensiones básicas: Cuando el bienestar económico no está o está por debajo de la línea del bienestar, cuando los derechos sociales no se expresan de manera completa y cuando un contexto territorial sea proclive a que haya estas condiciones. Ante esto, el Secretario de Desarrollo Social del Estado de Puebla señaló que tanto el gobierno, la sociedad civil y el propio actor de la condición de pobreza deben asumir su papel y generar acciones para contrarrestarla. “En el Estado existen 6,098 localidades con menos de 2,500 habitantes que están en situación de marginación y pobreza, esto nos dice que la dispersión poblacional hace que nos cueste mucho más trabajo poder cubrir con todas esas carencias”.
Las acciones que se deben hacer ante este grave problema, indicó el también egresado de la UDLAP, es que el Gobierno debe definir e implementar políticas públicas integrales y universales que coadyuven a los grupos vulnerables, promover la educación, igualdad de oportunidades, acercamiento de servicios fundamentales a las comunidades, mejoramiento de viviendas e integración comunitaria. La sociedad civil debe trabajar, mediante la educación, en escenarios no discriminativos, combatir el comercio informal, como empresarios inscribir a sus empleados al seguro social y darles las prestaciones conforme al derecho y condenar la violencia y la inseguridad.
Finalmente los principales actores de pobreza deben comprometerse a salir de esta condición, trabajar y esforzarse diariamente para vivir en mejores condiciones para romper el ciclo intergeneracional de pobreza. “No existe incremento en salud sí el paciente no va a la clínica, no puede apoyarse el ingreso sí el apoyo se gasta en vez de invertirse, no se termina el hambre con una comida, no se combate la ignorancia sino se asiste a la escuela”, expresó el Mtro. Mario Alberto Rincón González.