Adventureland: Un verano memorable en cinexpectativas
Continuamos con el ciclo Fantasías estivales dentro de nuestros Viernes de Cinexpectativas, en esta ocasión con una cinta poco conocida en México pero con actores juveniles bien posicionados: Jesse Eisenberg, intérprete del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en La red social; y Kristen Stewart, la protagonista de la saga de Crepúsculo en el papel de Bella.
A propósito de esta cinta que podrás disfrutar este viernes 22 de agosto a las 6:30 p.m. en el foro de Capilla del Arte UDLAP, te compartimos esta reseña de Christian Moreno Pineda, estudiante de Filosofía y nuestro prestador de Servicio Social. Y recuerda, la entrada es libre y nos ubicamos en la 2 Norte 6, en el Centro de Puebla.
Adventureland: Un verano memorable (Adventureland)(2009)
DIRECCIÓN
Greg Mottola
GUION
Greg Mottola
FOTOGRAFÍA
Terry Stacey
MÚSICA
Varios
PRODUCCIÓN
Anne Carey
Ted Hope
Adventureland es un drama juvenil con toques de comedia, ambientado a finales de los años ochenta, dirigido por el estadounidense Greg Mottola quien inició su carrera como realizador independiente con The Daytrippers en 1996, pero que a lo largo de los últimos años ha creado populares series televisivas. Seguramente la mayoría lo recordará por la comedia Superbad (2007) que supuso un parteaguas en la carrera de sus protagonistas: Jonah Hill y Michael Cera. En este caso, siguiendo un poco la línea de Superbad pero conservando de ella solo las partes más dramáticas, Mottola arma un sencillo drama que funciona bajo la premisa –harto conocida- de que “algunas lecciones no se aprenden en los libros”. Originalmente estrenada en el Festival de Sundance en 2009, la cinta toma el nombre de un parque de diversiones en Farmingdale, Nueva York, donde Mottola alguna vez trabajó.
El argumento es el siguiente: Durante el verano del 1987, James Brennan (interpretado por Jesse Eisenberg) planea viajar a Europa con un grupo de amigos. Sin embargo una tarde sus padres le confiesan que atraviesan problemas financieros y no podrán pagarle el viaje, y no solo eso, tendrá que conseguir un trabajo para el verano si quiere realizar su posgrado en Nueva York. Sin ningún tipo de experiencia laboral termina por solicitar empleo en un parque de atracciones local: Adventureland. Sin entusiasmo alguno, James espera que ese horrible verano termine lo más pronto posible; lo que desconoce es que su estadía en el parque se convertirá en una verdadera aventura de descubrimientos personales, por lo que perderse ese viaja a Europa podría ser lo mejor que pudiera haberle pasado.
En ocasiones anteriores hemos señalado cómo exactamente el verano es un momento relacionado con la transición, la maduración, el momento culminante en un proceso, el justo momento que antecede un nuevo comienzo, pero –por qué no- también el justo momento donde algo empieza a decaer o descomponerse; unido a estas consideraciones, tenemos términos como juventud, adultez, inocencia, aprendizaje, resignación o hasta renuncia. Por lo que no resulta casual que la aventura de James en Adventureland se situé en el verano y ningún otro término que “aventura” para referirse al imprevisible y accidentado aleccionamiento que experimentará al trabajar en el –decadente- parque de atracciones que visitaba cuando niño: “Saber en quien se puede confiar”, “aceptar a las personas tal cual son” y “sorprenderse de que hasta el menos pensado puede enseñarte algo”, son algunas sencillas cosas que James obviaba pero que le resultarán necesarios en ese primer contacto con el “mundo real”.