Fenómenos hidrometeorológicos
Por: Dra. Manuela Armas Carrillo
Profesora de tiempo completo del Departamento de Finanzas y Contaduría de la UDLAP
Los fenómenos naturales destructivos que pueden ser origen de diversos desastres, se clasifican como eventos geológicos, hidrometeorológicos, químicos, sanitarios y socio-organizativos; siendo los segundos los que más daños han acumulado a través del tiempo en nuestro país, por su incidencia periódica en áreas determinadas del territorio nacional. El riesgo hidrometeorológico comprende: ciclones tropicales, inundaciones, nevadas, tormentas eléctricas, sequias, lluvias torrenciales, temperaturas extremas, mareas de tempestad e inversiones térmicas.
En relación a las perturbaciones ciclónicas, las áreas de la República Mexicana regularmente afectadas abarcan más del 60% del territorio nacional. Las inundaciones son consideradas, en importancia, como el segundo tipo de fenómenos hidrometerológicos que afectan al país, siendo también éstas origen de fuertes pérdidas económicas y un gran número de damnificados. Por otro lado, más del 70% de la superficie nacional presenta valores de vulnerabilidad a la sequía meteorológica en grados muy alto y alto, siendo más afectado el norte y prolongándose los efectos por toda la costa del Pacífico y el centro del país.
El desastre está relacionado con una amenaza, como puede ser una condición hidrometeorológica extrema, pero también es consecuencia de una vulnerabilidad en aumento. Un verdadero manejo del riesgo que lleve a la prevención de desastres, requiere estimar cualitativa y cuantitativamente la vulnerabilidad.
El riesgo al que está sometido el país por la ocurrencia de diversos tipos de fenómenos que pueden desencadenar en un desastre, no está en el fenómeno mismo, sino más bien en el tipo y la tendencia de los modelos de desarrollo adoptados. El alto factor de riesgo que presentan gran parte de las entidades del país y las tendencias de la concentración de la población, sumadas a las deficientes condiciones de vida de los habitantes y calidad de los equipamientos urbanos, principalmente en lo que a vivienda se refiere, dan como resultado que numerosas poblaciones vean crecer su vulnerabilidad frente a la ocurrencia de diversos tipos de desastres. La mayoría de las zonas más pobladas en México quedan ubicadas en zonas de alto nivel de riesgo.
El Plan Estratégico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo «Protección del Desarrollo contra los Desastres» 2014-2017, trabaja fundamentalmente en las áreas de la gestión del riesgo de desastres siguientes: la prevención, la recuperación y el género. Cuando se produce un desastre, mujeres, niños, jóvenes, ancianos y demás grupos socialmente excluidos tienden a verse afectados desproporcionadamente. En el caso de las mujeres, se agudizan las condiciones de pobreza, de acceso a la educación y de participación en la toma de decisiones políticas y domésticas.