Tecnología y neuroeconomía
Dra. Elitania Leyva Rayón
Profesora de tiempo completo del Departamento de Economía
elitania.leyva@udlap.mx
Las neurociencias estudian todos los aspectos del sistema nervioso central (estructura, función, desarrollo, bioquímica, cognición, etcétera), y lo hacen a diferentes niveles y de forma multidisciplinaria, ya que se relacionan con diversas áreas del conocimiento (biología molecular, farmacologíala biología celular, patología, psicología cognitiva e incluso economía).
Respecto a esta última relación, a inicios de la década de los noventa surgió una nueva rama de la economía llamada neuroeconomía, la cual plantea modelos económicos a partir de la vinculación entre la neurociencia y la economía experimental. En dichos modelos se emplean imágenes de la actividad cerebral con el objetivo de encontrar patrones en la formación de preferencias de los agentes, en sus expectativas y en sus estrategias de negociación.
La neuroeconomía también estudia el funcionamiento del cerebro, pero bajo un contexto económico, es decir, estudia la relación entre las decisiones económicas y la actividad cerebral; analiza el proceso de toma de decisiones de carácter económico mediante la observación de las reacciones físicas y químicas que se producen en el cerebro durante este proceso, ya que dichas reacciones condicionan el comportamiento que seguirán los agentes.
Por otro lado, gracias a los avances tecnológicos, los neurocientíficos han profundizado en el análisis del sistema nervioso a través de neuroimágenes. Dichas técnicas permiten observar imágenes de todo el sistema nervioso. Se trata de procedimientos inofensivos para obtener imágenes del cerebro al momento de llevar a cabo determinadas actividades, con el fin de establecer cuáles son las áreas cerebrales que se activan en respuesta a la mayor afluencia de sangre bajo ciertas circunstancias. Así, las neuroimágenes brindan la posibilidad de estudiar la actividad cerebral mientras se realizan diversas tareas cognitivas.
Entre las principales –y más importantes– técnicas disponibles para obtener neuroimágenes se encuentran: electroencefalograma (EEG), resonancia magnética funcional (fMRI), tomografía por emisión de positrones (PET), tensión de difusión (DTI) y magnetoencefalografía (MEG). Al respecto, las neuroimágenes extraídas por fMRI permiten registrar la variación del flujo sanguíneo dada la diferente oxigenación en la sangre, además de mostrar cómo y dónde se activa el cerebro ante cada estímulo. Mediante estas técnicas se puede observar lo que sucede en el cerebro durante los procesos decisorios, la meditación, el sueño, e incluso mientras se memoriza información, ya que permiten mostrar las diferentes zonas del cerebro que reaccionan ante determinados contextos. Los avances tecnológicos en neurociencias, así como los resultados de algunas investigaciones de esta disciplina, han logrado que su aplicación en el ámbito económico sea posible, lo que a su vez ha impulsado el desarrollo de la neuroeconomía. Aunque los progresos de esta rama de la economía son relativamente recientes, se producen con cierta rapidez y plantean nuevos modelos para estudiar la relación entre lo que sucede en el cerebro durante la toma de decisiones y la conducta de los agentes económicos.