Solo hay que dar un paso para bajar de peso, catedrática de la UDLAP
¿Cómo bajar de peso en 1 simple paso y sin dejar de comer algo delicioso?, La Mtra. María Fernanda Zerón Rugerio, investigadora posdoctoral de la Universidad de Barcelona y catedrática hora clase de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) lo explicó en el taller de cálculo dietético impartido a estudiantes de la propia casa de estudios.
Muchas personas en el planeta tienen en sus propósitos el llevar una vida saludable o simplemente bajar de peso en los siguientes meses. Algunos optan por hacer ejercicio al aire libre o inscribiéndose a un gimnasio; otros prefieren dejar de comer tortillas, pan, galletas, refrescos o productos procesados; algunos más buscan gel reductor, pastillas, jugos, masajes o un producto ‘milagro’; también está quien se acerca a amigos o conocidos ‘expertos’ en bajar hasta 10 kilos en una semana.
Si usted ha congeniado con alguno de los casos anteriores y ha logrado poco o nada, debe leer las recomendaciones de la Mtra. Zerón Rugerio dadas a estudiantes de la UDLAP, en el taller sobre el sistema mexicano de alimentos equivalentes y en el que explicó cómo calcular planes de alimentación con este método. Para iniciar, la investigadora posdoctoral de la Universidad de Barcelona aseveró que no hay alimentos buenos ni malos, pero en ocasiones se abusa de su consumo, sobre todo de los ultra procesados; por lo tanto, estableció la regla de comer y disfrutar sin hacerlo habitual.
La sugerencia primordial y de la cual se basan las siguientes es acudir con un nutriólogo titulado. Así como se va a un dentista o un médico general a hacerse una revisión, se debe recibir orientación alimentaria al menos una sola ocasión en la vida, ya que es la forma correcta de erradicar todos los mitos sobre qué comer o no; ayudar a calcular cuántas porciones se puede consumir (incluso pan o tortilla); a hacer la selección de alimentos saludables y hasta tener gustos, para comer una galleta o un pan dulce; también a bajar de peso o prevenir algún padecimiento; pues un experto en nutrición no solo atiende a personas con el propósito de reducir tallas, también a seres humanos delgados por ser propensos a padecimientos relacionados con la alimentación.
En ese sentido, la profesora hora clase del Departamento de Ciencias de la Salud de la UDLAP, exhortó a ir siempre con profesionales capacitados, “porque nosotros aprendemos de anatomía, fisiopatología, de enfermedades, conocemos medicamentos y aunque no los prescribimos, sí tenemos un conocimiento amplio del ámbito de la salud, con estos fundamentos recomendamos ciertos alimentos. Es muy peligroso poner tu salud en manos de alguien que a lo mejor estudió otra cosa, hizo un diplomado de coaching y están recomendando una alimentación saludable”.
De igual forma sugirió olvidar los resultados rápidos con productos milagro. No se puede bajar de peso mañana o en dos semanas para una boda, se necesita de compromiso para seguir un estilo de vida saludable por un largo tiempo. Y para quienes pudieran pensar lo contrario, explicó que estos productos o dietas se deben seguir para toda la vida, para mantener su efecto; así lo mismo sería al mantener una alimentación saludable, “entonces es una cuestión más de hábitos y saber que no hay soluciones rápidas”, agregó.
Una recomendación más de la investigadora posdoctoral de la Universidad de Barcelona es mantener la euforia por conseguir el propósito, no acabarla en tres o cuatro meses, a veces en menos, pues los resultados se ven notorios dependiendo de cómo se implica el paciente, siga la dieta, haga ejercicio, etcétera. “Más bien les invitaría a valorar los pequeños cambios: me siento mejor, tengo más energía, el pantalón me aprieta menos, duermo mejor, estoy más contento”, porque se tiene que descentralizar el resultado de la báscula, comentó.
Así que es un buen momento de visitar a un nutriólogo, aunque sea una sola vez en la vida, ya que a partir de ahí se puede aprender y mantener la misma forma de comer saludable, siendo el mejor paso para la Mtra. María Fernanda Zerón de cumplir uno de los deseos de año nuevo.